"EL DEBER POR EL SABER"

"El Deber por el Saber"

domingo, 22 de enero de 2012

Escudos ENSM

ESCUDOS ENSM

A continuación presentamos a todos nuestros seguidores del blog el Escudo de nuestra Alma Máter (ENSM) y posteriormente dos escudos que son ya de manera oficial los que representan a cada especialidad en especifico y por último dos nuevas propuestas para ser los escudos de otras dos especialidades que tiene nuestra casa de estudios.

Escudo de la Escuela Normal Superior de México




Escudo de la Especialidad de Biología




Escudo de la Especialidad de Química



Propuesta para Escudo de la Especialidad de Historia
por el alumno:  Jose Antonio Servin



Propuesta para Escudo de la Especialidad de Matemáticas
por el alumno: Jonathán Israel López Hernández










Musée du Louvre París.

El team LOUVRE,

Martínez Velázquez Maribel
Ramírez Ramírez Jasmin
colaboración
López Hernández Jónathán Israel
Presentan:

Musée du Louvre París



Como un organismo vivo, el Louvre ha tenido en el transcurso de los siglos un crecimiento gradual y progresivo; a pesar de que a momentos de gran desarrollo le han seguido momentos de pausa, sus colecciones continúan ampliándose de manera constante. En sus orígenes, casi nada de lo que vemos actualmente se había previsto: de hecho la realidad actual del museo es el resultado de una evolución histórica que ha definido gradualmente su fisonomía. Todo lo que aparece fuera y dentro de la inmensa estructura museística es el resultado de gustos, elecciones y circunstancias en ocasiones casuales y en ocasiones ligadas a la acción de reyes y gobernantes, pero también del pueblo francés y de sus artistas.

La apertura al público, en 1725, del Salón Carré para las exposiciones de pinturas de la Academia Real de Pintura y escultura (denominada desde este momento como Salones) supuso, para la cultura parisina y europea, un hito  fundamental, pues los Salones se convirtieron en el escaparate de la situación artística nacional, un lugar de reflexión y estimulo para pintores y escultores de muchas generaciones. Probablemente, el nacimiento y desarrollo en Francia de nuevas corrientes artísticas destinadas a influenciar el resto de Europa se debe a la posibilidad de disfrutar de las obras recogidas en las salas del Louvre. La progresiva ampliación de las colecciones de pinturas y esculturas determinó además el nacimiento de una nueva reflexión sobre la historia del arte. De hecho ya  en  1784, cuando bajo el reinado de Luis XVI, de acuerdo con el espíritu ilustrado, se definió el proyecto de crear un verdadero museo en la Grande Galérie, al pintor Hubert Robert, encargado de la organización, s ele presentó el problema del criterio con el que elegir las obras a expone. Hasta ese momento, la cuestión no se había planteado, pues todas las pinturas y esculturas del Louvre provenían de las colecciones de arte realizadas a lo largo de los siglos por los soberanos franceses con el único objetivo de enriquecer sus propias residencias: no estaban destinadas al gran público ni mucho menos, tenían el objetivo de educarlo.

Gran parte de las obras de arte presentes hoy en el Louvre formaban parte de las colecciones personales de los reyes de Francia, empezando por Francisco I, que fue un apasionado mecenas y se rodeó de un gran número de obras de grandes maestros italianos y europeos, invitándoles incluso a vivir en la corte, con el objetivo de darle aun más lustre y prestigio. Al primer núcleo importante formado por sus colecciones se sumaron, enseguida, las sustanciosas adquisiciones de Luis XIV, el rey Sol, y aquellas, igualmente vastas y prestigiosas, del cardenal Mazzarino y del banquero Jabach. El primer soberano empezó a concebir de forma nueva y diferente la gestión y el disfrute de las colecciones reales fue Luis XV, que empezó a pensar en el Louvre como un posible “palacio de las Musas”, es decir, un lugar en el que se recogieran sistemáticamente, para conservar, transmitir y mostrar al público, las grandes obras maestras de las colecciones de Francia.

En realidad Louvre se convirtió en un autentico museo únicamente con la llegada de la Revolución Francesa, cuando de “galería real” paso a ser una “galería nacional” y empezó a recibir una cantidad enorme de nuevas adquisiciones, fruto en su mayoría de las guerras llevadas acabo por la Republica, y más adelante, por Napoleón. La intención era la de convertir el Louvre en el símbolo de la potencia y la superioridad cultural de Francia. Sobre todo, bajo Napoleón (que hasta que reinó le dio el nombre al museo) construyeron en París las obras más importantes de todas las épocas existentes en Europa, desde la antigüedad, hasta el Renacimiento y el Siglo XVIII.

Con la Restauración, el desmantelamiento del Musée Napoleón brindó a los países saqueados la posibilidad de recuperar la posesión de algunas de las obras hurtadas, pero muchas de ellas permanecieron en París, donde todavía hoy pueden admirarse. A partir de este periodo, la política de ampliación del museo no sufrirá más interrupciones y cuando, en el siglo XIX, el Louvre se convierte en un museo nacional, su fama ya es enorme y su grandeza está universalmente reconocida.
Hoy el museo está formado por 55.000 metros cuadrados de superficie y acoge 30.000 objetos expuestos en siete colecciones, visitadas anualmente por unos cinco millones de personas. Lac secciones están dedicadas a las artes decorativas, a las antigüedades egipcias, griegas, etruscas y romanas, a la pintura francesa, italiana, española y a los dibujos italianos.





ARTE GRIEGO
VICTORIA DE SAMOTRACIOA, 190-180 A.C




 La majestuosa imagen de Nike, o Victoria, se colocaba cerca del altar de los Grandes Dioses en la pequeña isla de Samotracia, en el Ego septentrional, proyectada para descender del cielo y anunciar a ritmo de trompeta el triunfo, en Side, de los Rodios sobre Antioco III de Siria en el 191 a.c. el gran monumento del Louvre es la imagen dedicada a los dioses por la victoria de los aliados contra Antioco conseguida en el mar. Como las Niakai arcaicas y clásicas, la diosa está cubierta por una finísima túnica transparente que, adherida al cuerpo por efecto del viento, modela el seno, el vientre y la pierna izquierda aun levantada por la proa. Un pesado himation (manto) de lana estirado a lo largo de una cadera, revolotea sobre el reverso y envuelve la pierna derecha que ha tocado la nave.
La Victoria de Samotracia tenía una colocación muy particular, ya que estaba situada en lo alto del monumento con forma de nave puesto en diagonal en una de las pilas de una fuente, de forma que el agua del dique inferior, con escollos artificiales, la reflejara. La obra debía admirarse desde la izquierda, a los tres, como indica la torsión del busto y sobre todo el hecho de que el lado derecho no está trabajando de forma cuidadosa.
Esto es posible en el periodo helenístico, momento en el que el interés del artista ya no se dirige en una ejecución perfectamente naturalista de la obra, sino al efecto del conjunto sobre el espectador, a la espacialidad y la ambientación.


ARTE GRIEGO
VENUS DE MILO, 30-100 A.C



Esta obra de arte fue descubierta en 1820 en la isla de Milo, junto a dos hermanas y a fragmentos de una inscripción y fue reclamada inmediatamente por el embajador de Francia en Constantinopla. Francia y Grecia se disputaron la estatua llego a Paris como regalo a Luis XVIII, que en 1821 la dono a su vez al Louvre. Ya en el momento del descubrimiento, el mármol estaba dividido en dos partes y le faltaban los brazos y el pie izquierdo, así que se siguió excavando para encontrar las piezas que faltaban, pero sin éxito, pues la mano con la manzana que salió a la luz no parece ser pendiente.
La estatura representa a una mujer bellísima, de proporciones superiores a las naturales, que se impone al espectador por el movimiento de torsión que la recorre con gran naturalidad desde el pie izquierdo hasta la cabeza.
Sin duda estamos ante una diosa, cuya severa expresión contrasta con la postura del torso desnudo, que parece brotar súbitamente de la pesada tela que baja con suaves pliegues desde las caderas. La elegante torsión resulta completamente perceptible no en la visión frontal, típica de el periodo griego clásico, sino en la de tres cuartos. La línea sinuosa del posible únicamente en el periodo helenístico, cuando se llega a conjugar el estudio del movimiento de la figura en el espacio con la libertad en la ejecución de los drapeados.


LEONARDO DA VINCI (1452-1519)
LA GIOCONDA, 1503- 1504 Y 1510-1515
 


La que posiblemente sea la pintura más famosa a todos los tiempos fue llevada hasta Francia por el propio Leonardo y adquirida por el rey Francisco I. Posteriormente, fue llevada al Louvre por voluntad de Napoleón, donde fue robada por un tal Vicencio Perugia en 1911, que la devolvió a Italia, intentando revenderla a un anticuario. Pero Perugia fue descubierto y la obra volvió a Francia.
En cierto modo, La Gioconda represento el dialogo intimo que el pintor tenia consigo mismo sobre la propia concepción del mundo y de la pintura.
Tras la compuesta serenidad de este rostro se agitaron las pasiones del artista que, en su búsqueda incesante de la perfección y requiriendo dar cuerpo a sus propias ideas, retoco continuamente la pintura. Las grandes innovaciones de Leonardo introdujo en la pintura el Renacimiento confluyeron en el cuadro y se convirtieron en un medio eficaz de realizar la odea que fue el centro de sus reflexiones: el retrato constituye se reflejo más directo.
El rostro de esta mujer y sus sonrisa atrajeron la atención desde el principio, Giorgio Vasari, en particular, explica como Leonardo utilizo todos los medios posibles para obtener de la modelo (identidad por él como Monna Lisa, mujer del florentino Francesco del Giocondo) su magnífica sonrisa, entreteniéndola, mientras la retrataba, con música, y bufones, consiguiendo finalmente plasmar en el cuadro <<una sonrisa tan agradable que era más divina que humana>>


MIGUEL ANGEL (MICHELANGELO BUONARROTTI) (1475-1564)
ESCLAVO MORIBUNDO. 1513
 


En 1505, el papa Julio II le encargo a Miguel Ángel la realización de un imponente monumento fúnebre; el artista salió inmediatamente hacia Carrara para elegir el mármol, pero a su regreso el interés del papa se centraba ya en otras obras, como la construcción de la nueva basílica de San Pedro. Desde ese momento, el proyecto des sepulcro papal se retomo y transformo en varias ocasiones, por lo que termino siendo redimensionado.
El Esclavo moribundo debía ocupar la zona inferior del monumento, pero debido a los drásticos recortes del proyecto, nunca llego a utilizarse. Por ello Miguel Ángel le regalo la estatua a Roberto Strozzi, quien se la llevo consigo a su exilio en Francia. En 1578 se encontraba en el castillo del condestable de Montmorency en Ecouen y en 1632 fue donada al cardenal Richelieu, acabando en el Louvre en el siglo XIX.
Envuelto en los lazos que lo aprisionan, el esclavo moribundo parece intentar rebelarse, en un esfuerzo supremo que exalta la potente y sensual belleza de sus formas. Su abandono es fruto de una lucha más espiritual que física: en los movimientos lentos de esta bellísima figura no existe una violencia brutal, ningún golpe o tensión que pueda romper el silencio sostenido en que se concentra, como si fuera su propia alma la que luchara contra los lasos de aprisionamiento, envuelta en la cárcel de cuerpo un concepto de origen neoplatónico muy querido por Miguel Ángel.


CARVAGGIO (1571-1610)
MUERTE DE LA VIRGEN, 1606
 


Los carmelitas descalzos de Santa María de la Scala en Roma, destinatarios de esta obra, la rechazaron por su decoro, acusando, al pintor de haber dibujado a la Virgen sin respeto. Se cuenta que Carvaggio utilizo como modelo el cadáver de una prostituta ahogada en el rio Tiber. Pese a ello, el cuadro llamo la atención del pintor Pieter Paul Rubens, que lo compro para el duque de Mantua. L a tela llego mas tarde a Inglaterra, fue cedida a Luis XVI y, en 1793, transferida al Louvre.
En su simplicidad formal e iconografía, el cuadro es la obra maestra del naturalismo, siempre perseguido por el pintor, que crea una imagen de gran humanidad.
La Virgen abandonada al suelo de la muerte, muestra un rostro sereno y dispendio, mientras a su alrededor se distribuyen todos los apóstoles llorando. El ambiente pobre e inmenso en la penumbra amplifica el sentimiento de desesperación de los personajes, pero el extraordinario color rojo del vestido de la Madonna y de la tela suspendida sobre ella, iluminaba la escena. La luz llega desde el lado izquierdo de la mesa, para concentrarse casi completamente en el punto en el que se encuentra el cuerpo de María: además de resaltar las formas solidas de los cuerpos confiere a la imagen una gran espiritualidad, como símbolo de la manifestación palpable de la presencia divina.


PIETER PAUL RUBENS (1577-1640)
DESEMBARCO DE MARIA DE MEDICI EN MARSELLA, 1625


El desembarco de María en Medici en Marsella formaba parte de una serie de veinticuatro telas dedicadas a la vida de la reina María de Medic, mujer de Enrique IV, que decoraban una galería del palacio de Luxemburgo, residencia de la soberana.
Aquí Rubens describe en clave mitológica la llegada de maría y de su tía al puerto de Marsella, donde, precedidas por la fama, son recibidas por las personificaciones de Francia y de la ciudad. El uso de estas artificiosas alegorías se debía a la necesidad de secundar los deseos de una comitente difícil, notoriamente orgullosa e irascible.
Los cuerpos de las sirenas y los tritones, que como las olas del mar se agitan bajo el casco, son el elemento más dinámico sobre toda la composición, en contraste con la compasada fijeza de la escena superior, donde la reina hace su solemne llegada. La pesada escenografía no impide que el pintor cree maravillosos efectos de ligereza, sobre todo extendido de manera móvil y veloz la materia pictórica, una característica típica de su ímpetu expresivo. Los colores vivaces (los tonos encendidos del rojo en las telas colgados de la nave y el azul del manto de Francia) resalta el candor nacarado de los trajes de las princesas y de los esplendidos cuerpos desnudos de las sirenas, confiriendo al cuadro un aspecto de riqueza y fasto decididamente


GEORGES DE LA TOUR (1593-1652)
MAGDALENA PENITENTE, 1630-1635
 


En 1944, la obra fue encontrada en una mina de sal de la Alta Baviera. Tres años antes un intermediario la había cedido al museo de Colonia, contra la voluntad del propietario francés, y con la llegada de los bombarderos fue escondida. Solo en 1949, tras ser devueltas a las autoridades francesas, la bella Magdalena penitente entro en el Louvre.
Georges de La Tour ya había tratado este tema en los últimos años, puede que condicionado por un tema, el de la reflexión sobre la muerte, que se adapta bien al estado de postración psicológica en el que al artista se encontraba en este periodo. En la época en la que pinto esta obra, Lorena, donde residía, estaba siendo devastada por la peste y la guerra y en sus creaciones se reflejaba cada vez más los pensamientos acerca de la vanidad de la vida.
Magdalena es una mujer que ha renunciado al mundo; en la soledad de una habitación vacía, medita en silencio mientras, con una calavera sobre las rodillas, mira fijamente la llamada de una vela. El pintor introduce la calavera y la llama para centrar la atención del espectador sobre el concepto del tiempo que se consume y establece una relación entre ambos elementos a través de la continuidad del gesto de la mujer, que apoya la mano sobre el cráneo y de su mirada, concentrada en la llama.

Trabajo realizado durante la Asignatura Observación del Proceso Escolar en la Escuela Normal Superior de México a cargo del Profesor. Francisco Miguel Yáñez Pichardo.

sábado, 21 de enero de 2012

MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL - ATENAS

El team ATENAS.
Amador Téllez Yumiko Alexandra
Castillo Poblano Rafael
Gálvez Domínguez Apolinar
y López Hernández Jonathán Israel
presentan:


MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL - ATENAS

El primer museo arqueológico nacional de Atenas fue creado por el Primer Ministro de Grecia Ioannis Kapodistrias a través de un concurso arquitectónico nacional que fue anunciado para la ubicación y diseño arquitectónico del nuevo museo. Su construcción empezó en 1866 y finalizó en 1889 con fondos provenientes del gobierno griego, la sociedad arqueológica y la sociedad de Micenas. Lo principales benefactores fueron Eleni Tositsa, que donó el terreno en el que se ubicaría el edificio del museo, y Demetrios y Nikolaos Vernardakis, de San Petersburgo, que donaron una gran cantidad de dinero para la terminación del museo.
El nombre inicial del museo fue el de Museo Central, recibiendo su actual denominación en 1881, por orden del entonces primer ministro de Grecia, Charilaos Trikoupis. En 1887 Valerios Stais, prominente arqueólogo, fue nombrado director del museo.
Durante la Segunda Guerra Mundial el museo cerró sus puertas, y las antigüedades albergadas en él fueron selladas y enterradas en cajas protectoras, con la finalidad de evitar su destrucción y saqueo. En 1945 el museo reabrió sus puertas bajo la dirección de Christos Karouzos.
El edificio que alberga el Museo Arqueológico Nacional de Atenas muestra un diseño neoclásico, estilo muy popular en Europa en su tiempo y que tiene la virtud de estar en sintonía con los objetos clásicos que se encuentran en su interior.
El plano original del arquitecto Ludwig Lange fue modificado posteriormente por Panages Kalkos, que fue el principal arquitecto, Harmodios Vlachos y Ernst Ziller. En la parte frontal del edificio hay un gran jardín de estilo neoclásico decorado con estatuas.
La segunda ala del museo alberga el museo epigráfico, en el que se puede contemplar la más rica colección de inscripciones de todo el mundo.
El edificio ha sido sometido a diversas expansiones y renovaciones. La más importante de sus expansiones fue la construcción de una nueva ala este a comienzos del siglo XX, basándose para ello en los planos de Anastasios Metaxas, así como la construcción de un edificio de dos plantas diseñado por George Nomikos entre 1932 y 1939. Estas expansiones eran necesarias para poder albergar una colección de objetos en continuo y rápido crecimiento. La más reciente reforma tardó un año y medio en completarse, período en el cual el museo permaneció cerrado, reabriendo sus puertas en julio de 2004, coincidiendo con la celebración de los XXVIII Juegos Olímpicos de Verano. La reforma incluyó mejoras técnicas y estéticas en el edificio, reorganización de la colección y reparación de los daños que había producido al edificio el terremoto acaecido en 1999. Las salas que albergan los frescos minoicos abrieron al público en 2005.
En mayo de 2008 el ministro de cultura griego, Mihalis Liapis, inauguró la colección de antigüedades egipcias y la colección de Eleni y Antonis Stathatos. En la actualidad se discute la necesidad de expandir el museo a áreas adyacentes, habiéndose iniciado un plan para la expansión subterránea del mismo.

ESTATUILLA DE ARPISTA


Las Cicladas son un archipiélago formado por varias islas que en el III milenio a. c. fueron testigos del desarrollo de una floreciente civilización. En la necrópolis de keros, una pequeña isla cercana a Amorfo, las investigaciones realizadas por el alemán Koehler llevaron en 1883 al hallazgo de dos estatuillas de mármol pario, ejemplos extraordinarios del altísimo nivel conseguido por la plástica cicládica: el arpista y el músico de flauta doble.
La primera recuperada prácticamente intacta de la tumba A, representa una figura masculina dispuesta a tocar el arpa, instrumento de origen oriental. El personaje está sentado, sin apoyar los hombros en el alto respaldo de la silla, con la cabeza ligeramente inclinada hacia atrás en lo que parece una actitud de gran concentración en la ejecución musical. La tradicional abstracción del rostro, que presenta la única prominencia plástica de la nariz, se atenúa debido al naturalismo de la acción en la que participa el propio instrumento.


 
MASCARA DE AGAMENÓN

La Máscara de Agamenón es un objeto arqueológico descubierto en la acrópolis de Micenas en 1876 por el arqueólogo prusiano Heinrich Schliemann. Se trata de una máscara funeraria de oro que se encontró colocada encima de la cara de un cuerpo ubicado en la tumba V. Schliemann pensó que había descubierto el cuerpo del legendario rey griego Agamenón, y por ese motivo la máscara recibió su nombre. Sin embargo, estudios arqueológicos modernos sugieren que la máscara podría datar de entre 1550 y 1500 a. C., lo que la situaría en un tiempo anterior (unos 300 años) al que tradicionalmente se atribuye a la vida de Agamenón. A pesar de ello, ha conservado su nombre. La máscara se encuentra expuesta al público en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
El ajuar hallado en el círculo de tumbas A es riquísimo, al haberse encontrado coronas, espadas, copas, cuchillos, ámbar del Báltico, y diversas máscaras, la máscara de Agamenón es una de las cinco descubiertas en el círculo de Tumbas A, tres fueron encontradas en la tumba IV y en la tumba V se encontraron dos. Además, las caras y manos de dos niños de la tumba III se encontraban cubiertos por una hoja de oro, de las cuales una tenía agujeros para los ojos.
Las tumbas son ciertamente de carácter real. Las caras de los hombres no estaban todas cubiertas por máscaras, y el hecho de que se tratase de guerreros lo indica la presencia de armas en sus tumbas. Las cantidades de oro y de artefactos de cuidado diseño denotan honor, riqueza y estatus social. Además, la costumbre de cubrir a la realeza con oro no es única.

TAZA DE ORO DE VAPHIO


La obra proviene del rico hallazgo fúnebre de la tumba tholos en Vaphio, cerca de Esparta, fechada en el siglo XV a. c., junto a otra taza que presentaba una decoración similar basada en el tema de la caza y de la captura de los toros, pero tomado desde un punto de vista muy diferente en lo referente a la concepción de la escena y la técnica.
Creada a partir de una única lámina de oro trabajada con la técnica del repujado, la taza presenta una decoración desarrollada de tres escenas: un toro olisquea a la mujer, mas tarde se enfrenta a ella y, por último, es capturado por un cazador.
Según una fascinante interpretación, los objetos del yacimiento ilustrarían la posición social y la función del difunto: las armas y los sellos con temas de batalla aludirían a su alta posición dentro de la jerarquía militar, las vasijas de oro y plata evidenciarían la riqueza, las balanzas de bronce harían referencia a la implicación en el comercio y los objetos de carácter ceremonial a la función desarrollada en las ceremonias religiosas.

FRESCO DE MUJER MICÉNICA

En la península griega, los mayores testimonios de pintura parietal que han llegado hasta nuestros días datan de los siglos XIV y XIII a. c. y provienen principalmente de los complejos palaciegos de Micenas, Tirinto y Pilo.
La estructura y organización de estos palacios era completamente diferente a la de los palacios cretenses, a pesar de compartir la función de sede del poder político y administrativo.
En 1970, el arqueólogo Milonás descubrió precisamente en Micenas, en uno de los complejos palaciegos más imponentes de la Grecia micénica, el fragmento de un esplendido fresco representaba una mujer, bautizada por él, por la peculiaridad de su aspecto, como la Micenea, de quien resaltaba, en su descripción, la “gracia arcaica y la majestuosidad”.
Sin duda, este es el fresco micénico mejor conservado, pero el hecho de que este fragmentado no nos permite reconstruir la escena de la que formaba parte, aunque se ha sugerido la interpretación de esta figura femenina como la representación de una divinidad.

KOUROS DE KROISOS

El kouros de kroisos ofrece una interpretación al mismo tiempo vigorosa y elástica de la figura viril desnuda, que consigue aquí una mayor libertad en el espacio gracias a los brazos que, a pesar de estar siempre extendidos a lo largo de las caderas, se separan del cuerpo sugiriendo una nueva posibilidad de movimiento.
Sobre un robusto andamiaje óseo se distribuyen las masas musculares definidas mediante un modelado que subraya la carnosidad de los miembros y la plasticidad de la figura: los pectorales son anchos, el surco central, dulcemente moderado, está marcado con escasa profundidad, el hueco epigástrico, formado por una curva semicircular que baja de forma antinatural por los lados, encuadra la realzada y ponente musculatura del abdomen, mientras que el abombamiento muscular en correspondencia con las caderas sirve de enlace de la estrecha pelvis con los muslos extrañamente desarrollados.

ESTELA DE ARISTÓN

Esta clase de monumento está muy bien definida dentro de la escultura griega, entre otras razones, por su función específica y demanda abundante. No menos clara y sencilla es su estructura integrada por un basamento, una pilastra y un remate generalmente en forma de palmeta. En estelas monumentales sobre este último elemento se suele colocar una escultura exenta, casi siempre una esfinge o un animal.
La decoración puede ir esculpida en relieve, incisa o pintada y presenta a las figuras de perfil, por regla general en actitudes alusivas a la actividad que el difunto desempeñó en vida. Así, los jóvenes adoptan el esquema del kouros y llevan entre otros distintivos la botellita de aceite que se utiliza en la palestra; las jóvenes van vestidas y tienen una flor en la mano; los soldados aparecen con indumentaria militar. Piezas de gran calidad e interés son la estela del Metropolitan Museum de Nueva York (hacia 540) y la de Aristión (hacia 510) firmada por el escultor Aristokles y conservada en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas, ambas obras áticas. La finura del relieve y la precisión de las incisiones hacen de la estela de Aristion una pieza maestra.
Entre las más espectaculares está el basamento perteneciente a una estatua de un kouros, cuyas cuatro caras han sido decoradas con escenas de juegos. Basta ver los tipos y la interpretación del movimiento para reconocer una obra muy evolucionada dentro del arcaísmo, cuya cronología se ha fijado en la última década del siglo VI. Giros del cuerpo en 3/4, pies despegados del suelo, anatomía más realista, son las novedades que rápidamente se advierten junto a aspectos tradicionales, como el ojo visto de frente en un rostro de perfil o la tendencia al lineamiento gráfico en los contornos.

APOLO DE ÓNFALO
El Apolo Alexikakos, famosa estatua de culto obra de Kalamis, sería el original del que deriva esta copia de época romana, encontrada en 1862 en el teatro de Dionisos cerca de un Ónfalo (piedra sagrada considerada el centro de la tierra) sobre la que posiblemente se erigía la estatua del dios.
La ateniense es la más famosa y la mejor de las numerosas replicas; de hecho, la estatua, libre, sin puntales ni apoyos, permite apreciar el sabio planteamiento rítmico de la figura, que se equilibra con la flexión de la pierna izquierda y el leve descenso de la cadera correspondiente, mientras la cabeza se gira ligeramente hacia la derecha. La estructura alargada que caracteriza el cuerpo del dios se desarrolla en amplias masas esenciales orgánicamente articuladas: las ponentes piernas, el torso modelado vigorosamente que delinea la musculatura y los hombros anchos y redondeados. El armónico equilibrio del cuerpo culmina en la pequeña cabeza con el pelo recogido en una trenza enroscada alrededor de la cabeza y con la frente decorada por una franja de rizos.

POSEIDÓN DE CABO ARTEMISIO 


La escultura fue encontrada en 1928 en el fondo del mar cerca del cabo Artemisio, cerca de Histiaca, al norte de la isla de Eubea. Uno de los brazos de la estatua fue encontrado dos años antes, en 1926. La estatua viajaba dentro de un barco datado entre fines del siglo I a. C. y comienzos del siglo I. En la actualidad se encuentra en el museo arqueológico nacional de Atenas.
La estatua ha sido datada por los expertos hacia 460 a. C., encuadrada en el estilo severo, periodo de transición entre el arcaísmo y el clasicismo. Se ha abandonado ya la frontalidad y el estatismo, propios de épocas pasadas, pero la figura se sigue apoyando en ambos pies, a pesar de que el dinamismo comienza a apuntarse.
La obra representa a un dios en el momento de lanzar con la mano derecha un objeto que se ha perdido. Su tamaño es mayor del natural (2,10 m.), está desnudo y dando una zancada. Se discute si el representado es Zeus lanzando un rayo o Poseidón lanzando su tridente. Se ha argumentado que la posición de los dedos de la mano, que está abierta, parece más adecuada para sostener un tridente mientras que un rayo suele ser representado asido con la mano cerrada. Sin embargo, la idea de un tridente arrojadizo resulta extraña y cuando se ha tratado de reconstruir la estatua con el posible tridente, la figura queda estropeada.
Existe una réplica de la escultura original en Nueva York, en la sede de las Naciones Unidas, donada por el gobierno griego. La obra se exhibe en el atrio principal.
Su altura es de 2,09 metros, correspondiente a la escala habitual con que los griegos representaban a los dioses. Los hombres, por el contrario, solían ser representados con una altura de unos 1,80 metros, como es el caso del Auriga de Delfos. La medida de 1,90 metros se reservaba para la representación de los héroes.
ATENEA PARTHENOS



Atenea (En griego antiguo Ἀθηνᾶ Παρθένος, literalmente ‘Athena la Virgen’) es el nombre de una enorme escultura criselefantina de la diosa griega Atenea, obra de Fidias. Recibía su nombre de un epíteto de la propia diosa, y estaba alojada en el Partenón, en la Acrópolis de Atenas. Se han realizado diversas réplicas y obras inspiradas en ella, tanto antiguas como modernas.
Fue la imagen de culto más renombrada de Atenas, considerada uno de los mayores logros del escultor más aclamado de la antigua Grecia. Fidias empezó su obra alrededor del 447 a. C., Lacares retiró las láminas de oro en el 296 a. C. para pagar a sus tropas, y el bronce fue probablemente dorado más tarde. Resultó dañada por un incendio hacia el 165 a. C., pero fue reparada. Continuaba estando en el Partenón en el siglo V, cuando pudo haberse perdido en otro incendio. Un relato la menciona, sin embargo, en Constantinopla en el siglo X.
La obra tuvo un gran impacto entre sus contemporáneos, hasta el punto de que dio origen a una tradición de estatuas criselefantinas, en la cual encontramos comprometido de nuevo a Fidias, con la estatua de Zeus en Olimpia, y a otros escultores, en los santuarios de los siglos V y IV a. C.
El historiador antiguo Pausanias da una descripción de la estatua:
...La estatua en sí está hecha de marfil y oro. En el centro de su casco hay una figura parecida a la Esfinge... y a cada lado del yelmo hay grifos en relieve. ... La estatua de Atenea es de pie, con una túnica hasta los pies, y sobre su pecho la cabeza de Medusa está tallada en marfil. Sostiene una Victoria de aproximadamente cuatro codos y en la otra mano una lanza; a sus pies yace un escudo y cerca de la lanza hay una serpiente. Esta serpiente podría ser Erictonio. Sobre el pedestal está el nacimiento de Pandora en relieve.
El tipo general de la Atenea Partenos, aunque no su carácter y calidad, puede aquilatarse a partir de su imagen en monedas y sus reproducciones en miniaturas esculpidas, como objetos votivos, y en las representaciones sobre gemas grabadas.
La cabeza de Atenea aparece ligeramente inclinada hacia adelante. Está de pie con su mano izquierda posada sobre un escudo vertical. Su rodilla izquierda está ligeramente doblada, su peso desplazado levemente hacia su pierna derecha. Su quitón está ajustado en la cintura por un par de serpientes, cuyas colas se entrelazan en la espalda. Los mechones del pelo caen sobre el peto de la diosa. La Niké de su mano derecha extendida es alada: se ha discutido mucho sobre si había un soporte bajo el original de Fidias, siendo contradictorias las versiones conservadas. La posición exacta de una lanza, a menudo omitida, no se ha determinado completamente, si estaba en el brazo derecho de Atenea o sostenida por una de las serpientes de la égida, tal y como N. Leipen la restauró, siguiendo la gema Aspasios.
La escultura fue montada sobre un núcleo de madera, cubierto con placas de bronce moldeadas y recubiertas a su vez con láminas de oro desmontables, salvo en las superficies de marfil de la cara y los brazos de la diosa. El oro pesaba 44 talentos, el equivalente de unos 1140 kg: la Atenea Partenos suponía una parte considerable del tesoro de Atenas.10
El coste debió estar cerca de los 700 talentos, la misma cantidad que una flota de 230 trirremes.
La obra original de Fidias tenía unas dimensiones que alcanzaban los 26 codos de altura (12 m aproximadamente, comprendido el pedestal, de 1,50 m de alto).


RELIEVE DE ELEUSIS

Las fiestas más importantes en honor de Demetra y Kore estaban representadas por las otoñales de los Grandes Misterios. Cada año, el día 19 del Boedromione (septiembre) una procesión salía de Atenas a primera hora de la mañana por la puerta Sagrada del Cerámico y, salpicada durante el camino por ritos, himnos y sacrificios, continuaba a lo largo de la vía Sagrada hasta Eleusis, donde por las noches únicamente los iniciados celebraban los misterios en el interior del Telesterio, el santuario de Demetra y Kore.
Tal y como recuerda Pausanias, cerca del final de la vía Sacra se situaba el santuario de Triptólemo y precisamente es de esta zona de donde se supone que proviene el gran relieve en mármol de tres figuras, encontrado en 1859, utilizado, invertido, como umbral en la iglesia de Haghios Zacharias en el exterior del santuario de Eleusis.

DIADÚMENO 


El Diadumeno o Diadúmeno es una estatua diseñada por Policleto en el siglo V a. C. La estatua original fue realizada en metal, seguramente en bronce, pero en la actualidad sólo se conservan copias de piedra caliza y mármol.
Representa a un atleta griego ciñendo en su cabeza la cinta de la victoria, de donde procede el nombre διαδούμενος / diadoumenos, «el que ciñe y desciñe», que deriva del término griego διαδέω / diadeo, «ceñidor o bien ceñido». Aún está desnudo después de la competición y eleva los brazos para atarse la diadema, una banda en forma de cinta que identifica al ganador y que en la obra original de alrededor del año 420 a. C. estaría representada por una cinta labrada.
La figura está en pie, en contrapposto con su peso sobre la pierna derecha. El ejemplar de la estatua conservado en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas tiene su rodilla fracturada. Muestra poros por los que más de una vez se filtró agua, que fracturó la piedra caliza, lo que requirió varias reconstrucciones. Tiene su cabeza inclinada ligeramente a la derecha, contenida, como aparentemente perdido en la vida divina.
El Diadumeno, junto al Doríforo son las esculturas más famosas de Policleto, formando tres modelos básicos para la escultura de Grecia Antigua que representan las tres a jóvenes idealizados de una manera convincentemente naturalística. La estatua ilustra los principios enunciados por Policleto en su Canon: la altura total equivalía a siete veces la altura de la cabeza, que es la longitud del pie apoyado.
El Diadumeno es una obra emblemática del clasicismo genuino; la escultura combina equilibrio y dinamismo, gracias a una hábil conjunción de la torsión de la espalda y las caderas. Sigue también el principio de la diartrosis donde se acentúan las líneas divisorias entre brazos y piernas, el borde inferior de los pectorales, cintura e inglés.

EFEBO DE ANTICITERA

Efebo (del latín ephēbus, y éste del griego εφηβος) es una palabra griega que significa adolescente. Aunque en la Grecia Clásica estaba destinado su uso a los varones atenienses de 18 a 20 años, que eran instruidos en la efebeia, una especie de servicio militar.
Aunque comúnmente significa adolescente, en la Antigua Grecia el uso estaba reservado para los miembros, que eran varones adolescentes de 12 a 16 años, de la ephebeia , una institución que se dedicaba a formar a los futuros ciudadanos, entrenando a los efebos en las artes de la guerra, a veces incluso en el campo de batalla.
El joven se inscribía como postulante en la lista de su Demo. A continuación, la asamblea de los demotas se encargaba de verificar que el joven inscrito tuviera la edad requerida y que sus padres fueran ciudadanos de Atenas (según un decreto de Pericles de 451 a.c, era ciudadano todo hombre mayor de 20 años que tuviera un padre nacido de un ciudadano ateniense y una madre hija de ciudadano ateniense: πολίτης). Seguidamente los sophronistes los reunían, y cada tribu de Atenas elegía a 10 jóvenes en total como efebos. Los sophronistes además debían de encuadrar a los efebos en la efebeia, alimentarlos y alojarlos. Después de haber reunido a los efebos debían separarlos en dos grupos: uno estaba destinado a Munichia y otro a Actea, dos emplazamientos situados en El Pireo.
El primer año estaba dedicado al adiestramiento en el uso de las armas bajo la instrucción del pedotribes (παιδοτρίϐης). Los efebos son entrenados en las artes del combate como hoplitas y también aprenden a usar armas de asedio como la catapulta. Al finalizar la etapa, los efebos desfilaban ante la asamblea donde recibían en una solemne ceremonia el escudo y la lanza de los hoplitas para completar su uniforme compuesto además por la clámide y prestaban juramento de fidelidad a Atenas y sus instituciones.
Durante el segundo año la instrucción de los efebos se llevaba a cabo en las guarniciones del Ática. Los jóvenes reclutas constituían una buena parte de las tropas atenienses y se dedicaban fundamentalmente a tareas de construcción de puentes, trincheras y fortificaciones.

CABEZA DEL PÚGIL SÁTIRO


Sabemos por Pausanias que el Púgil Sátiro de Elide había vencido unas cinco veces en las competiciones de Nemea, dos en las competiciones délficas y dos en las olímpicas.
En la esplendida cabeza de bronce de púgil recuperada en Olimpia se ha creído reconocer el rostro sátiro: de hecho, podría tratarse de la cabeza de la estatua de Sátiro de Elide, obra del hábil escultor Silanion, autor de otras estatuas de atletas vencedores en Olimpia.
La figura del atleta ya no está idealizada; más bien en la obra destaca el interés por la representación de la expresión del rostro que se delinea con precisos rasgos fisonómicos. Así pues, la cabeza de Sátiro presenta rasgos marcados: los músculos frontales hinchados, los ojos pequeños y los arcos supraciliares elevados que, sobresaliendo, remarcan la solidez del rostro.
Sobre la cabeza es visible una corona formada por hojas de olivo que se entregaba a los vencedores de Olimpia. Basándose en las listas de los vencedores, las victorias de Sátiro deberían situarse en el 344 y 340 a. c. o en el 332 y 328 a. c.

EFEBO DE MARATÓN 


El Efebo de Maratón es una escultura griega antigua encontrada en 1925 en el Mar Egeo, en la bahía de Maratón, de donde deriva su nombre. Se ha adscrito a la escultura griega del segundo clasicismo (siglo IV a. C.) En la actualidad se halla en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas con el número de inventario X 15118. Se dató la escultura en fechas en torno a 325-300 a. C. Los expertos del Museo sugieren que la escultura en sí misma pudiera ser una joven representación de Hermes, aunque bien es cierto que no se halla en la pieza ni uno de los atributos típicos de esta deidad. No obstante, con su suave musculatura y su exagerado contrapposto el estilo da buena cuenta de una clara influencia de Praxíteles, siendo el Efebo de Maratón una de las obras más cercanas a este estilo
La estatua fue sacada de las aguas en junio de 1925 en las redes de los pescadores que trabajaban en la bahía de Maratón, sin que pueda ser relacionada con un naufragio en particular. Una exploración realizada en 1976 por un equipo franco-británico no ha permitido identificar los restos del pecio en el lugar del descubrimiento. Es posible que la estatua simplemente adornase la villa de Herodes Ático que daba sobre la bahía. A raíz del surgimiento del buceo, el ser humano cuenta con la posibilidad de recuperar toda suerte de tesoros artísticos y arqueológicos que se han conservado bajo el mar a lo largo del tiempo. Otras piezas bien conocidas de características similares al Efebo de Maratón han sido recuperadas gracias a lo dicho anteriormente, especialmente de naufragios en el Mar Egeo y en el Mar Mediterráneo. De entre estas piezas destacan el Mecanismo de Antiquitera o el Efebo de Antiquitera, entre otras muchas.
La estatua representa a un joven desnudo, de pie, de un tamaño de 1,3 metros. Su actitud es bastante compleja. Se apoya sobre la pierna izquierda. El pie de la pierna libre está detrás, apoyado en la punta, conforme a las reglas del contrapposto de Policleto. El balanceo de las caderas es, sin embargo, más pronunciada que en este último- saliente en los pectorales y bajo el abdomen — es menos marcado. La cabeza, inclinada hacia la izquierda, está rodeada de una banda a la que se ha añadido un adorno en forma de hoja o de corona. La mirada parece dirigirse hacia la mano izquierda, sino que de hecho flota en el vacío, más allá, como es común en la obras del segundo clasicismo. La estabilidad del conjunto está asegurada por una colada de plomo en el interior de la pierna izquierda. El canal de la colada es visible en el dedo pulgar del pie. Los restos del desgaste en las planta del pie y los tres primeros dedos también muestran que el plomo sólo llevaba a la izquierda. La punta del pie derecho, desaparecido, ha sido restaurada en época moderna. El brazo derecho está doblado ligeramente elevado por encima de la cabeza, mientras que el brazo izquierdo está pegado a lo largo del tronco, el antebrazo doblado en ángulo recto. Un examen cuidadoso del bronce muestra que la mano derecha no sostiene nada y no está apoyada, tampoco el antebrazo derecho. Por otra parte, la palma de la mano izquierda tiene una ranura y el macho correspondiente que se conserva tiene trazos de plomo. La superficie interna del pulgar de la mano y el antebrazo izquierdo, presentan signos de aplanamiento que muestra que el efebo tenía un atributo de forma plana y larga de aproximadamente 20 cm, ya que llegaba hasta el hueco del codo. El trabajo del bronce fue particularmente cuidadoso: la unión de las distintas secciones es invisible, salvo en los brazos. Estos han sido añadidos en diferentes niveles, lo que ha hecho pensar que ambos habían sufrido restauraciones antiguas, o al menos su brazo izquierdo. Sin embargo, esto por sí mismo no es incompatible con las técnicas de fundición utilizadas en la época: la diferencia en la altura de la unión podría explicarse por la diferencia de la posición y el peso de cada brazo. En ausencia de un análisis técnico avanzado del bronce no es posible concluirlo con certeza. Los ojos están hechos de una piedra blanca en la que el iris está representado por un disco de pasta de vidrio de color amarillo claro. La pupila se ha perdido. Los ojos fueron insertados después de la adición de pestañas a lo largo del párpado. Los pezones son una incrustación de cobre puro.

Trabajo realizado durante la Asignatura Observación del Proceso Escolar en la Escuela Normal Superior de México a cargo del Profesor. Francisco Miguel Yáñez Pichardo.