NÓSCERE MAGISTER IN SEDITIO
PARA CONOCER A UN MAESTRO EN LA REVOLUCIÓN
Por: Jonathán Israel López Hernández
A guisa de Introducción.
El presente articulo tiene como finalidad dar a conocer al lector a grosso modo distintos puntos de vista de lo que sucedió con la educación durante la Revolución de México, desde la perspectiva de varios autores.
Cada nación tiene factores diferentes del problema de le educación nacional: estos son demográficos, físicos, económicos, y políticos.
En un país como el nuestro, dentro de cuyos límites políticos viven difusamente asentadas dos civilizaciones diferentes, fundamentalmente emanadas de la supervivencia y coexistencia de razas, la educación debe ser distinta.
Por tradición histórica en México se da una continua negación de esa tendencia, es una persistente protesta contra la distinción de razas. Por consiguiente, la tendencia de la educación nacional debió ser la de dotar a esa parte para integrarte del pueblo mexicano de una civilización de que carecía, hasta nivelarla con la del resto de la población.
Si los elementos financieros con que cuenta la administración pública federal y la local de los distintos estados de la República Mexicana hubieran sido abundantes, el objetivo de la educación nacional habría sido de mejor calidad durante el periodo en que Porfirio Díaz estuvo en el poder.
La Educación como tal es algo muy extenso de explicar, pero concretamente me referiré a dar a conocer mi punto de vista, a partir de la perspectiva de varios autores de la gran importancia que tienen los maestros durante la Revolución Mexicana.
LA IMPORTANCIA DE LOS MAESTROS DENTRO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA.
Entre los muchos participes de la Revolución Mexicana, se encontraban entre los intelectuales; los maestros, que contribuyeron en el frente revolucionario de 1910 a 1917, y aunque tal vez de los más conocidos sean el profesor Otilio Montaño, el cual fue un maestro rural que escribió las principales partes del Plan de Ayala de Emiliano Zapata y el maestro Plutarco Elías Calles, quién fue presidente de México durante el periodo 1924-1928 y dio un impulso a la construcción de escuelas urbanas y rurales.
Tal vez entre los menos conocidos fueron numerosos maestros que ayudaron a organizar la Casa de Obrero Mundial de los trabajadores Industriales entre el año 1911 y 1916.
Uno de los autores habla sobre Francisco Bulnes, quién es un historiador y habla sobre la tendencia de cómo es que unos de los principales consejeros intelectuales de Porfirio Díaz, no hace más que conspirar individualmente junto como lo hacían otros maestros para promover la revolución.
En un pequeño párrafo Bulnes, explica que las tendencias revolucionarias en nuestro país por parte de los maestros, eran promovidas por el gran resentimiento que estos tenían durante el gobierno de Díaz; ya que los salarios eran bajos y porque los ubican siempre en la categoría social inferior.
-“rehusó dar al maestro entrenado en la escuela normal, la misma categoría social otorgada al licenciado, doctor, ingeniero, sacerdote o hasta al comerciante de buena reputación”- (sic) Bulnes.
Con base en la cita anterior nos damos cuenta que desde el gobierno de Porfirio Díaz, el maestro normalista, no es reconocido como se merece, hoy en día en épocas de modernidad aún se sigue sin reconocer a los maestros normalistas como tales, basta con decir que actualmente se quiere desaparecer la educación NORMAL, para dar auge a las escuelas pedagógicas.
Continuando con el mismo autor, vuelvo a citar lo siguiente: -“Este pobre hombre debe ser excesivamente estúpido por haber quemado el aceite de su lámpara estudiando tantos años para obtener un salario un poco más o menos aún, que aquel que percibe un conductor de tranvía. Los maestros normalistas naturalmente resintieron esta actitud y se declararon enemigos de la sociedad…”-(sic) Bulnes.
Nos damos cuenta con esto que los maestros de hoy muestran menos impulsos revolucionarios en contra de la “triunfante” revolución y si hacemos la analogía de cómo era tratado el maestro normalista antes de la revolución ha como es tratado el maestro normalista actual, nos damos cuenta que sigue siendo igual, no hay un gran cambio. De lo que sí estoy seguro que durante la Revolución Mexicana, los maestros de ese entonces sí tuvieron el valor de levantarse en contra de los gobernantes, ahora esperemos que los actuales maestros también se decidan por levantar la voz contra el gobierno.
Ahora bien, también es posible que la pobreza extrema, el resentimiento y la mala voluntad durante el gobierno de Díaz, fueran la causa primordial para que los maestros se rebelaran. Es innegable que el hecho, de que los maestros estuvieran más capacitados evidentemente para dialogar y proporcionar la secuencia ideológica, fueran los que estuvieran al frente del poderío militar que las grandes masas de peones y trabajadores que formaban.
Es bien sabido que la única y mayor ventaja siempre que tienen los maestros sobre cualquier otro intelectual en cualquier situación revolucionaria, es la del RESPETO y la CONFIANZA, que hacia ellos manifiestan los grupos disgustados, incluso los militares, pero sobre todo, la exaltada multitud.
Para ver con más claridad la gran importancia que tuvieron los maestros durante la revolución de 1910-1917, empezaremos por tal vez los maestros menos conocidos pero que su impacto fue tan esencial para el estallar del movimiento revolucionario.
Con el primero que me gustaría empezar es con Esteban Baca Calderón cuya importancia destaca en los movimientos revolucionarios de Sonora. Baca Calderón estuvo enseñando en Nayarit, en las escasas escuelas primarias, faltas de recursos económicos y de personal y con salarios estrafalarios. Durante el periodo 1903-1904 Baca Calderón sirvió al ejercito de Reserva comanda por el General Bernardo Reyes y que sabía que en algún momento de rebelión pudiera confrontar al ejercito de Díaz, pero al no haber logrado más con el ejército de Bernardo Reyes, decide abandonarlo y posterga más su carrera de maestro en busca de un mejor salario; llegando así a laborar en las minas de Cananea.
Cuando Díaz se entera de lo que promueve Baca Calderón y todo lo que ha logrado, lo manda a encarcelar al Castillo de San Juan de Ulúa con trabajos forzados, pero en 1911, cuando Díaz es destronado, Baca Calderón regresa con Diéguez a Cananea; con quién antes había fundado la Unión Liberal Humanidad (sociedad secreta de mineros de Cananea), para ser Director de la escuela de niños de la villa minera de Buenavista, Cananea en 1912 y 1913.
Es así que en más de una década, Esteban Baca Calderón, estuvo que entre dando clases, trabajando en las minas, la dirección de la escuela y el pelotón armado de los mineros de Cananea; donde todos los trabajadores confiaban en él y le seguían , para defender lo que les pertenecía en el movimiento revolucionario.
En el estado de San Luis Potosí, muchos maestros también eran revolucionarios y aunque muchos de ellos en ese entonces combinaban sus prácticas de enseñanza con la agitación política; encontraban la muerte de forma prematura o muchos de ellos también eran exiliados.
Cuando la lucha había terminado y la Constitución de 1917 fue promulgada, la importancia de estos maestros, grosso modo, decayó y fueron olvidados.
Entre los maestros revolucionarios de San Luis Potosí estuvieron: Librado Rivera, que fue el profesor de Antonio I. Villareal en la Escuela Normal del Estado en 1900 y fue mano derecha de Ricardo Flores Magón en el exilio; Luis Toro otro gran maestro que editó un periódico en contra de Díaz, David G. Berlanga; quién fue Director General de Primaria del Estado durante 1911-1912 y que falleció en contra del general Huerta y Luis G. Monzón Teyatzin, graduado de la Escuela Normal y quién participo en activo en el movimiento revolucionario en Sonora y además fue agitador en los límites de la Huasteca Potosina.
Al mismo tiempo de estos maestros revolucionarios potosinos, habría que mencionar también a Graciano Sánchez, quién enseño en una escuela rural en Soledad, S.L.P. y al mismo tiempo labraba la tierra, y además se unió al movimiento revolucionario, para más tarde apoyar a todos los campesinos a nivel Nacional.
Pero sin dudarlo el MEJOR EJEMPLO de un maestro que dio todo en la revolución fue Alberto Carrera Torres, quien encendió la chispa del movimiento revolucionario en los campesinos de San Luis al lado de los hermanos Cedillo, sino hubiera sido por Carrera Torres; probablemente no se hubieran unido a la Revolución desde un principio, o a lo mejor, hubieran permanecido desorganizados y divididos con riñas locales y sin poder ayudar en el movimiento revolucionario.
Carrera Torres fue acusado por los constitucionalistas victoriosos de haber incurrido en el crimen de “contrarrevolucionario” y fue sentenciado a muerte y cayó ante un pelotón de fusilamiento en febrero de 1917.
Antes de culminar con este artículo, quiero citar parte de un párrafo que estaba escrita en una de las últimas cartas que dejo Carrera Torres a su madre.
–Soy inocente del crimen de “contrarrevolucionario”… desde el día en que nací, a la fecha soy el mismo porque jamás fumé, tomé alcohol, ni conocí mujer en este mundo, hasta el momento en que exhalo el último suspiro estoy puro… procure que (los niños) se eduquen en gramática, aritmética, geometría, teneduría de libros, inglés, francés y alemán, agricultura y ganadería, industria y comercio, y que lleven por costumbres no perder el tiempo en balde –ni de noche– no fumar, no tomar alcohol, no frecuentar malas compañías, no cohabitar con mujer alguna hasta casarse, ser metódicos y nunca hagan mal a nadie, ni hablen mal de nadie, hagan siempre que puedan.
Mi novia hasta el último momento la adoro con todo mi corazón y la llevo en mi alma. No olvide que la agricultura, la minería, la industria y el comercio son las fuentes de felicidad del ser humano, por los niños.
Que disfrute de salud.
Un abrazo
(Firma)Alberto– (Sic) Carrera Torres
Ese mismo día, irónicamente once días después de la promulgación de la Constitución de 1917, documento en que vindicaba su causa pero que representaba sólo un triunfo en papel impreso, Alberto Carrera Torres, rehusó a la venda en los ojos, señaló a su corazón, y dijo al oficial del pelotón de fusilamiento:
Que no me peguen en la cara. Ordene cuando guste. Muero por la libertad del pueblo.
A guisa de Epílogo
En un pequeño artículo como este no se puede abarcar todo un movimiento que se llevó acabo en nuestro país por siete largos años, pero trate de ser lo más sucinto en cuanto a la participación de los maestros en el movimiento revolucionario de 1910-1917 y con ello he presentado el ejemplo de grandes maestros, peor en especial el de Alberto Carrera Torres.
Sin dejar de lado las grandes contribuciones psicológicas y políticas radicales que propusieron los maestros durante el levantamiento revolucionario. Las remotas protestas en contra del General Porfirio Díaz y su gobierno.
Debido a que muchos de estos maestros revolucionarios permanecen desconocidos ante los ojos del al historiador, de los maestros en formación, de los alumnos, de todo el pueblo. Pero aún puede haber muchos de los revolucionarios mexicanos sobrevivientes, pero la presentación de Carrera Torres fue y es; solo un ejemplo de las situaciones revolucionarias creadas en la época, sin embargo no solo él, sino muchos más MAESTROS REVOLUCIONARIOS de México LUCHARON por un MÉXICO MEJOR.
Bibliografía
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Vera, Estañol Jorge (1983), “Historia de la Revolución Mexicana”, Orígenes y resultados, Ed. Porrúa, México, pp. 36-41
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Zoraida, Vázquez Josefina (1994), “Historia de México” en Orígenes, evolución y modernidad del pueblo de Mexicano, Ed. Trillas, México, pp. 174.
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